miércoles, 8 de junio de 2016

La semilla de la felicidad es el instante

Yo estaba sana, y la tierra me daba los primeros ramilletes de azafrán, tomillo y trigo, y bajo el frío de las estrellas aprendí ... pero solo lo nombrable. Y conmigo, desencantando el campo salvaje y triste, se alojó el semidiós, esclavo de Zeus: el hombre derecho.
Ahora estoy sentada sola y quieta, hora tras hora, y mi memoria crea figuras de tierra fresca y nubes de amor ... porque hay veneno entre nosotros; y aguzo el oído por si acaso de lejos me viene un amigo salvador.
Luego ... a mediodía ... oigo muchas veces el carro del tonante, cuando se acerca el más conocido, cuando la casa tiembla por él, y el suelo se purifica, y mi tormento se hace eco.
Oigo luego al salvador de noche ... le oigo liberador que mata, y abajo, llena de exuberante hierba, como en una aparición, veo la tierra ... un poderoso fuego.

1 comentario:

  1. En este mundo se paga por todo, nada es gratis, salvo la gracia de Dios.
    Porque no existe ......

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