Las esencias se obtienen estrujando.
El perfume de rosas no solamente lo libera el sol, es lo que dan las prensas.
Las rosas naturales se marchitan, pero ésta en la gaveta de una dama sigue siendo el verano, aunque ella ahora duerma ya entre el romero perdurable.
Tiene la araña en manos invisibles un ovillo de plata ... baila con lentitud para sí misma devanando la perla de sus hilos.
Se ocupa entre dos nadas de una fútil tarea, finge nuestro tapiz tejiendo el suyo, en la mitad de tiempo.
Construye en una hora sus soberbios continentes de luz
... para acabar colgando de una escoba por olvidar sus límites.
El perfume de rosas no solamente lo libera el sol, es lo que dan las prensas.
Las rosas naturales se marchitan, pero ésta en la gaveta de una dama sigue siendo el verano, aunque ella ahora duerma ya entre el romero perdurable.
Tiene la araña en manos invisibles un ovillo de plata ... baila con lentitud para sí misma devanando la perla de sus hilos.
Se ocupa entre dos nadas de una fútil tarea, finge nuestro tapiz tejiendo el suyo, en la mitad de tiempo.
Construye en una hora sus soberbios continentes de luz
... para acabar colgando de una escoba por olvidar sus límites.