sábado, 30 de noviembre de 2013

Corazones y huesos


 
Para mí la felicidad es el sonido de tu voz cuando me llamas, aun cuando está desesperada.
Mi dolor lo aceptas como mío cuando no puedo responderte con palabras.
No tienes fe en tu propio lenguaje.
Por eso otorgas autoridad a los signos que no puedes leer con precisión.
Y sin embargo tu voz siempre me alcanza.
Y constantemente le respondo, y mi cólera pasa, como pasa el invierno.
Mi ternura te podría parecer evidente
... entre la brisa de la tarde de invierno y las palabras que se vuelven tu propia respuesta.

martes, 26 de noviembre de 2013

Tenderness

Si mi bucle en ondas se deshace ... tiene un porqué.
Si duerme aquel narciso hechicero ... tiene un porqué.
Tu labio vertía leche, y yo decía: esa dulzura junto a aquel salero ... tiene un porqué.
Tu boca es fuente de agua de vida, mas debajo de tu labio, el hoyo de tu mentón ... tiene un porqué.
Mil años vivas, digo, pues sé de cierto que el arco de flecha de tu pestaña ... tiene un porqué.
Dolor de separación y pena de sufrimiento corazón, ese grito tuyo, ese lamento ... tiene un porqué.
Por el jardín pasó anoche el viento de sus dominios, oh flor, tu vestidura rasgada ... tiene un porqué.
Aunque el dolor del amor oculta a la gente el corazón, este llanto de tus ojos ... tiene un porqué.

jueves, 7 de noviembre de 2013

A mi amante, regresando a casa

Ella está toda allí.
Fue derretida cuidadosamente para ti y moldeada desde su infancia ... moldeada desde tus cien edades preferidas.
Ella siempre ha estado allí.
Ella es, de hecho, exquisita.
Afrontémoslo, yo he sido pasajera; un lujo; un balandro rojo y brillante.
Ella es más que eso.
Ella es tu tengo que tener.
Ella no es un experimento.
Ella es toda armonía.
Ella cuida de que la barca tenga remos y toletes.
Parió tus hijos bajo la luna ... y lo hizo con las piernas abiertas.
Te devuelvo el corazón.
Te doy permiso ... para la fusión con ella, vibrando iracundo en el barro, para la perra que hay en ella y el enterramiento de su herida ... para enterrar viva su pequeña herida roja.
Para la pálida bengala titubeante bajo sus costillas, para el marinero borracho, para su rodilla de madre, para las medias, para el liguero ... para la llamada.
La extraña llamada, cuando te cobijes entre sus brazos y pechos, y ... tires de la cinta naranja en su pelo y contestes a su inquisitva llamada.
Ella es tan desnuda y singular.
Ella es la suma de ti mismo y de tu sueño.
Escálala como un monumento ... paso a paso.
Ella es sólida ...
En cuanto a mí, yo soy una acuarela ... yo soy lavable.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Cosas que diría con solo mirarlo

Yo sé que ganarás un día mi corazón, amante mío.
Por tus estrellas te asomas a lo hondo de mis sueños ... me mandas tus secretos en tus rayos de luna ... y yo te hablo bajo, y mis ojos se me borran de lágrimas.
Tu pretender está en el cielo soleado, vibrando entre las hojas trémulas ... en las horas ociosas rebosantes del flautear de los pastores ... en el crepúsculo empañado por la lluvia, cuando el corazón se pone resentido de soledades.
Que tu amor juege con mi voz ... que descanse en mi silencio.
Que pase a todos mis movimientos ... por mi corazón.
Que brille lo mismo que las estrellas ... en la oscuridad de mi sueño ... y amanezca en mi despertar.
Que arda en la hoguera de mis deseos ... y fluya en todas las corrientes de mi propio amor.
No estés siempre pensándolo ... si me vas a dar tu corazón.
Cuando cantan tus ojos de amor y tu voz ondea de risa ... yo responderé a tu preguntar locamente, y no con la roñosa exactitud de las acciones, y tú has de creerlo para siempre y ... luego olvidarlo del todo.