martes, 27 de marzo de 2018

Aunque no quieras que sea tu futuro

Es un raro placer que nos ahorma hallar un viejo libro con la ropa que usaba en aquel tiempo, creo que un privilegio.
Cogerle de la mano venerable, calentarla en la nuestra y dar un paso o dos hacia el pasado ... al tiempo en que era joven.
Sondear sus extrañas opiniones, averiguar cuál es su pensamiento sobre asuntos en que los dos pensamos ... lo que se ha escrito acerca de los hombres.
Lo que a los sabios más apasionaba, sobre qué discutían, cuando Platón era una certidumbre y ... Sófocles un hombre.
Safo era una muchacha y Beatriz vestía el ropaje que Dante hizo divino.
Cosas que sucedieron hace siglos y que él cuenta con naturalidad, como alguien de visita que nos dice que todo lo soñado es verdadero porque vivió donde los sueños nacen.
Su presencia es como un encantamiento.
Le suplicamos: ¡quédate!
... los libros niegan con su cabeza de vitela para luego escaparse de las manos.

lunes, 19 de marzo de 2018

Quererle, no es suficiente

Esos días febriles ... conducidos al bosque
donde el agua serpea enfriando los musgos,
donde sólo las sombras el sosiego devastan
... podría parecer que todo es eso.
Hay un poco de nieve aquí y allá que se ha ido esparciendo por el pelo; desde cuando jugábamos los dos se ha añadido un decenio a otro decenio.
Pero el Tiempo ha sumado sin lograr la conquista de la invencible rosa; porque el verano no la borrará, y ... se obstina en durar contra las nieves.
La opinión es efímera ... ero la verdad dura más que el sol; no pudiendo tenerlas a la vez, hay que quedarse con la que es más vieja.
 

lunes, 12 de marzo de 2018

El amor es un sitio para estar

Tanto aguza sus ojos la desdicha que puede ver las hojas o la hierba crecer a cada instante; puede ver claramente a través de un grueso muro, o contemplar cómo el inquieto espíritu puede huir de la garganta de un muerto.
Puede oír a dos condados de distancia y escuchar tus palabras antes de que hables.
La cochinilla y el débil clamor del gusano resuenan en su triste oído; y un ruido que, de tan leve, es increíble: el que hace la hierba cuando bebe ... lo que hablan las lombrices ... el gruñido de las hormigas que acometen cargas gigantescas por motivos de honor ... el crujido de sus tendones ... su resuello ... el zumbido de las arañas cuando tejen, y los menudos susurros, farfullos y suspiros de ociosas larvas y de moscas.
Tanto aguza a este hombre la desdicha que vaga como un ladrón o igual que un dios, dentro y fuera, abajo, arriba, buscando sin cesar su amor perdido. 

martes, 6 de marzo de 2018

Solo el amor te enriquece más que el robo

Un día yo tomé tu rostro entre mis manos.
La luna entraba en él.
De los objetos el más inasible bajo un llanto que estaba rebosando.
Como algo que consiente, que persiste en silencio, casi era una cosa que se toca.
Sin embargo, ningún ser en la fría noche se me escapaba más infinitamente.
Cómo nos derramábamos hacia esos lugares y apremiábamos hacia la poca superficie de nuestro corazón las olas todas, debilidad y placer, ¿y finalmente a quién las ofrecimos?.
Al extranjero, que con nosotros se confundió o al otro que no encontramos nunca, a los criados que nos vincularon, a los primaverales vientos que se fueron con ellas
... o al silencio que juega a perder.

sábado, 3 de marzo de 2018

El crepúsculo de la noche

Tantas cosas que yacen descosidas por manos presurosas, que en la busca de ti se retardaron ... deseaban saber.
Y en un antiguo libro hay a veces algún pasaje obscuro subrayado.
Ahí estuviste un día.
¿En dónde estás huido?
Si alguien te retuvo, lo destruiste entonces; su corazón se abría y tú no estabas dentro.
Si un orador alguna vez te habló, lo hizo sin aliento, ¿adónde vas?.
También me ocurrió a mí.
Solamente que yo no te interrogo ... con servir me contento y nada te demando.
En la espera sostengo la mirada obediente de mi rostro en el viento de los días y no lloro a las noches
... pues veo que ellas saben.

jueves, 1 de marzo de 2018

Tragedia de un corazón tierno cuando lo más deseado le llega tarde

Hay tantas puertas en el corazón ...
Sólo puedo llamar:
de vez en cuando es muy grato al oído
escuchar: Adelante
... para que preste toda mi atención, y así no me entristezca el verme rechazada; me da fuerzas saber que en algún sitio existe lo que está más arriba.
Quien aquí abajo no ha encontrado el Cielo tampoco va a encontrarlo en las alturas: allí donde vayamos siempre alquilan los ángeles una casa que esté junto a la nuestra.
Dulce pirata de los corazones, no pirata de la mar
¿qué te hizo naufragar?
¿un motín o traiciones de la esencia o especias?.
Confía en mí.
De vez en cuando con el corazón, en raras ocasiones con el alma, aún más de tarde en tarde con firmeza.
Son muy pocos los que aman ...