En las mañanas hay más placidez,
la nuez se vuelve de color pardusco,
las bayas van tornándose rollizas,
la rosa está de viaje.
Lleva el arce corbatas más alegres,
los campos usan ropas escarlata.
Para no parecer fuera de tono
voy a ponerme un dije.
Un sépalo y un pétalo, una espina,
una mañana más de algún verano,
un pomo de rocío, un par de abejas,
las piruetas del viento entre los árboles.
Y aquí estoy yo, una rosa.