Cuando se va la noche y el alba está tan cerca
que se toca el espacio,
es el momento de alisarse el pelo,
de esbozar la sonrisa
y preguntarse a qué tanta inquietud
por la antigua y caduca medianoche
que durante una hora nos dio miedo.
Seguro que en el cielo
hay alguien como un padre.
Y si un día me pierdo, o como dice
la enfermera, me muero,
no cruzaré descalza las murallas
de jaspe, y todo el pueblo redimido
no se reirá de mí.
El Edén quizá no es tan solitario
como solía ser el Nuevo Mundo ...
... a Joe Wohlander le recibió para una entrevista en Nueva York completamente desnuda y así continuó durante un par de horas. En otra ocasión, la señora Bodne, esposa del dueño del mítico hotel Algonquin, se la encontró paseando por las cercanías del hotel con un abrigo de visón. Cuando le preguntó curiosa qué modelo se había puesto, Marilyn abrió el abrigo y le enseñó su cuerpo desnudo.
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