martes, 26 de febrero de 2019

Pirámide del desamor

La muerte es un sinuoso pretendiente que acaba por salirse con la suya.
Galantea con mucho disimulo, al principio tan sólo insinuándose de un modo muy discreto, con maniobras ambiguas, pero al final se pone fanfarrón, hace sonar trompetas, y un carruaje que tiene dos asientos les llevan triunfalmente hasta los misteriosos esponsales ... unión tan delicada como la porcelana.
Los corceles del tiempo, traicioneros, sólo se detendrán ante la puerta del dolor.
Pero allí, ya sin ninguna duda, satisfechos,
... se quedarán por más que los fustiguen.

domingo, 17 de febrero de 2019

Hay que tener un buen par

Lo que es el agua lo enseña la sed.
Lo que es la tierra la mar que hay que cruzar.
El júbilo lo enseña la amargura, la paz lo que se cuenta de batallas, el amor el mantillo de la tierra.
Sólo la nieve dice qué es un pájaro.
Lo llevó hasta que las sencillas venas fueron ríos azules en sus manos, y suplicando con sus mansos ojos tuvo que someterse al color púrpura.
Hasta que los narcisos se mostraron y se fueron en veces incontables ... luego dejó de usarlo y ocupó su lugar entre los santos.
Su paciente silueta nunca más veremos delicada en el crepúsculo ... ni su gorrito tímido en las calles del pueblo.
En su lugar, guirnaldas, cortesanos, y en medio de todo eso, tan hermosa ...
¿no es un rostro inmortal y recatado del que hablamos ahora entre susurros?

lunes, 11 de febrero de 2019

Me siento abierta a todo

Es cuanto hoy tengo que traer, todo eso sin olvidar tampoco el corazón.
Eso, mi corazón, todos los campos, los prados anchurosos ...
Contadlo bien ... si me olvidara de algo se vería en la suma ..., eso, mi corazón y las abejas que habitan en el trébol.
Pudo vivir, vivió, y morir, murió.
Como también sonreír de todo eso, por su fe en alguien a quien nunca vio para entregarle su alma.
Pudo ir desde un sitio conocido a un lugar en el que jamás estuvo, contemplando el paisaje sin que se le turbase el corazón.
Tal era la esperanza que tenía alguien que estaba aquí y que ya no está.
Nosotros que le vimos levar anclas ... jamás hemos salido a la mar abierta.
 

sábado, 9 de febrero de 2019

Procedemos de la mar ...

Lo mismo que si la mar se retirase dejando ver un mar aún más lejano, y éste a su vez igual con otro mar, siendo los tres tan sólo conjeturas de otros mares posibles que no tienen orillas ...
Todos ellos al borde todavía de mares no nacidos.
Eso es la Eternidad.
Si en el alma hay un Huésped que no sale de casa ... ¿para qué viajar si estamos albergando al Infinito?
La urbanidad prohíbe que se le ocurra irse al anfitrión cuando está de visita en gran Emperador ...

lunes, 4 de febrero de 2019

El sexo de las almas

Acudió a la llamada, renunció a todos los juguetes de su vida ... dedicándose a los nobles quehaceres de mujer y esposa.
Si en este nuevo día echó de menos esa holgura y el miedo que eran propios de su antigua actitud, si se desgasta el otro a fuerza de uso, no consta en ningún lado ... como la mar hace crecer las algas y las perlas sin que nadie más sepa a cuántas brazas de profundidad viven.
Es el remordimiento la memoria que no duerme, incansable, una presencia de las cosas que fueron, y que vuelven asomándose a puertas y ventanas.
Su pasado ante el alma como un libro que un fósforo ilumina ... lo que se lee para facilitar y ayudar a extender las convicciones.
Es el remordimiento algo incurable, el mal que ni siquiera sana Dios
... puesto que fue obra suya y que no existe nada más adecuado en el Infierno.