martes, 24 de septiembre de 2019

Distancia apasionada

Me di a Él aceptando que Él mismo fuera el precio.
El solemne contrato de una vida se cerró de este modo.
Puede ser engañosa la riqueza, yo resultar más pobre de lo que cree el gran el gran comprador. Tal vez poseer el Amor todos los días deprecia la visión.
Pero hasta que no compra el Mercader en las islas que venden las especias, tan sutil mercancía es fabulosa.
Como mínimo el riesgo ha de ser mutuo, la ganancia también;
dulce deuda de vida es el deber cada noche, insolvente, el nuevo día.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Adobado con ternura

La margarita sigue dócilmente los caminos del sol, hasta que acaba su paseo de oro y se sienta muy tímida a sus pies.
El sol cuando despierta ve a la flor.
- "Vagabunda, ¿por qué has venido aquí?".
- "Porque el amor es dulce".
La flor somos nosotros, y Tú el sol.
Perdónanos si cuando mengua el día sigilosos a Ti nos acercamos.
Enamorados del ocaso esquivo, de la paz, de la huida y la amatista
... de los dones que en sí trae la noche.

martes, 10 de septiembre de 2019

Y tu obscura locura

Enséñale, cuando pronuncie nombres, a decir también éste; con sus labios de fresa, balbucientes,
como me sonaría de estar mi oído cerca de su nido,
como hoy mi pensamiento,
como me sonaría,
"no impidáis que se acerquen",
un nombre como el de Norma Jeane.
Resplandeciendo en oro y apagándose en púrpura, con saltos de leopardo hasta los cielos, luego a los pies del horizonte antiguo abatiendo su rostro que se muere manchando ... donde las nutrias abren sus ventanas, rozando los tejados,
coloreando los trojes,
dando un beso al sombrero de los prados.
Y ... el día ilusionista ya se ha ido.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

No es lo mismo marcharse que huir

No podía pararse por la muerte, pero ella, amable, se paró por mí.
En su coche sólo íbamos nosotros y la inmortalidad.
Conducía despacio, sin tener prisa alguna, yo ya había olvidado como ella mi trabajo y tiempo libre, correspondiendo a su amabilidad.
Atrás quedó la escuela, con los niños jugando en el recreo con sus corros, y nos vieron pasar unos trigales y la puesta de sol.
Fue más bien él quien nos adelantó.
Era frío el rocío, tiritaba puesto que era de gasa mi vestido y mi chal sólo tul.
Cuando nos detuvimos vi una casa que parecía un bulto sobre el suelo; apenas el tejado era visible, y la cornisa estaba a ras de tierra.
Hace ya siglos de eso ... y sin embargo me parecen más próximos que el día en que al fin comprendí que los caballos se encaminaban a la eternidad.

lunes, 2 de septiembre de 2019

Cuando el eco huele a grito

No solamente hay cuartos encantados y casas con fantasmas, más que en otro lugar son inquietantes los pasadizos que hay en el cerebro.
A medianoche es menos peligroso un fantasma de fuera que tropezarse dentro con el huésped más frío.
Es menos peligroso resolver una abadía y todos sus sepulcros, que inerme tropezar con uno mismo en un lugar desierto.
Uno mismo escondido tras sí mismo causa mayor temor ... un asesino oculto en nuestra casa no va a espantarnos tanto.
Porque el cuerpo echa mano de un revólver, puede atrancar la puerta,
y así se olvida de un peor espectro o de algo más ...