Me di a Él aceptando que Él mismo fuera el precio.
El solemne contrato de una vida se cerró de este modo.
Puede ser engañosa la riqueza, yo resultar más pobre de lo que cree el gran el gran comprador. Tal vez poseer el Amor todos los días deprecia la visión.
Pero hasta que no compra el Mercader en las islas que venden las especias, tan sutil mercancía es fabulosa.
Como mínimo el riesgo ha de ser mutuo, la ganancia también;
dulce deuda de vida es el deber cada noche, insolvente, el nuevo día.
El solemne contrato de una vida se cerró de este modo.
Puede ser engañosa la riqueza, yo resultar más pobre de lo que cree el gran el gran comprador. Tal vez poseer el Amor todos los días deprecia la visión.
Pero hasta que no compra el Mercader en las islas que venden las especias, tan sutil mercancía es fabulosa.
Como mínimo el riesgo ha de ser mutuo, la ganancia también;
dulce deuda de vida es el deber cada noche, insolvente, el nuevo día.