miércoles, 29 de julio de 2020

Lugares

Tú que siempre me juzgas y condenas, suspende la sentencia un solo instante:
que al morir me merezca ver la cara por la que entonces dejaré la vida.
Los que entonces morían sabían bien lo que les esperaba:
quedarse para siempre a la diestra de Dios.
Ahora que su mano está amputada, a Dios no hay quien le encuentre.
Renunciar a creer nos disminuye.
Mejor un fuego fatuo que falte toda luz.

martes, 21 de julio de 2020

Nos separan altos muros

Me abrí de par en par pero olvidaba que ahí afuera no sólo están las cosas y animales habitados en ellos plenamente, cuyo ojo, desde la redondez que son sus vidas, no alcanza más que un cuadro tras su marco;
olvidaba que sin cesar dejaba irrumpir las miradas entretanto en mí mismo: curiosidad, miradas, pensamientos ...
Quizás se forman ojos dentro de nuestro espacio y presencian.
Sólo en ti mi rostro se proyecta y no cae en la intemperie.
Dentro de ti se planta obscuro e infinito;
va creciendo abrigado junto a tu corazón.

miércoles, 15 de julio de 2020

Estás prisionero

Está el subastador de los adioses que grita desde lo alto de la cruz: "¡A la una, a las dos, adjudicado!", y da un golpe de mazo.
Sólo páramos vende.
Y los precios de la desesperanza solamente varían de un corazón a otro, nada más.
El siempre está compuesto por ahoras, no es un tiempo distinto, excepto por las cosas infinitas y el ancho de la casa.
De lo vivido aquí quitas sólo las fechas, que los meses se disuelven en meses que vendrán, y los años se pierdan en los años.
Sin examen ni pausa,
sin conmemoraciones,
no serían distintos nuestros años del año del señor.

miércoles, 8 de julio de 2020

Lo que se me ocurre

Cuando era aún muy niña veía que la gente se esfumaba; y yo les suponía visitando lugares muy remotos, o bien colonizando tierras vírgenes.
Ahora sé que ambas cosas a la vez: se habían ido lejos y poblaban también regiones nuevas, pero lo hacían porque habían muerto, y eso no lo decían a los niños.
¿Vienes conmigo? ... Si no te conozco.
¿Dónde tienes tu casa? ... Ahora en los cielos.
¿Vas a llevarme en coche?, porque estamos muy lejos.
Que te basten mis brazos, has de confiar en quien todo lo puede.
Estoy llena de manchas ... Pero soy el perdón.
Soy pequeña ... Ven y habita mi casa.

miércoles, 1 de julio de 2020

Pasó de largo

Primero el corazón pide placer,
luego algo que le libre del dolor,
después simples calmantes
que le hagan sufrir menos:
más tarde irse a la cama,
y luego si es así
como lo quiere el juez,
por fin el privilegio de morir.
No se puede atajar
una riada y meterla
en un cajón; los vientos
la descubren, contándolo
a tu suelo de cedro.