lunes, 30 de noviembre de 2020

Encajar la queja

 No supe lo que hacía un momento ... y vine.
Alza tus ojos, que yo vea si queda aún alguna sombra de los días pasados, una pálida nube, ya sin lluvia, en el horizonte.
Sopórtame un momento, aunque yo no sepa lo que hago.
La estrella de la mañana tiene todavía el mismo silencio palpitante, la luz primera está colgada aún en las enredaderas de mi ventana, como en aquellos días pasados.
Olvidé un momento que todo había cambiado ... y vine.
Olvidé si tu me avergonzaste alguna vez, volviéndome tu cara, cuando te desnudaba mi corazón.
Sólo recuerdo las palabras que tropezaron en el temblor de tus labios, las sombras de arrebatada pasión de tus ojos obscuros, como las alas de un pájaro que busca su nido en el crepúsculo.
Olvidé que tu no te acordabas ... y vine.

sábado, 28 de noviembre de 2020

Tu presa

Ella está toda allí.
Fue derretida cuidadosamente para ti y moldeada desde su infancia ... moldeada desde tus cien edades preferidas.
Ella siempre ha estado allí.
Ella es, de hecho, exquisita.
Afrontémoslo, yo he sido pasajera; un lujo; un balandro rojo y brillante.
Ella es más que eso.
Ella es tu tengo que tener.
Ella no es un experimento.
Ella es toda armonía.
Ella cuida de que la barca tenga remos y toletes.
Parió tus hijos bajo la luna ... y lo hizo con las piernas abiertas.
Te devuelvo el corazón.
Te doy permiso para la fusión con ella, vibrando iracundo en el barro, para la perra que hay en ella y el enterramiento de su herida ... para enterrar viva su pequeña herida roja.
Para la pálida bengala titubeante bajo sus costillas, para el marinero borracho, para su rodilla de madre, para las medias, para el liguero, para la llamada.
La extraña llamada, cuando te cobijes entre sus brazos y pechos, y, tires de la cinta naranja en su pelo y contestes a su inquisitva llamada.
Ella es tan desnuda y singular.
Ella es la suma de ti mismo y de tu sueño.
Escálala como un monumento ... paso a paso.
Ella es sólida.
En cuanto a mí, yo soy una acuarela 
... yo soy lavable.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Deseamos

Aunque mis duras pestañas den a mi rostro moreno perversidades extrañas, bruja de mirar sereno, me adoras, oh mi terrible pasión, con la misma devoción que un fiel devoro a María.
De mi cabeza refringe olor a selva y desierto; tengo el misterio incierto del enigma y de la esfinge; huele mi carne de raso como incensario bendito, y, encanto como el ocaso, ninfa de ardor infinito.
La pereza en que te vicio vale todas las delicias de los filtros descubiertos, y, conozco las caricias que resucitan los muertos.
Mis flancos buscan amantes de tibio dorso y los senos; mis posturas suplicantes dejan los cojines llenos, siniestramente gobierno las rachas de tu locura, y, por no cansarme, alterno el beso y la mordedura.
Si mi agria risa importuna te hiere a veces, querido, sabe envolverte la herida mi dulce mirar de luna.
Bajo mi blanco escarpín y bajo mis pies en flor, pongo tu dicha y mi amor, y tu principio y mi fin.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Sentada a la orilla de la vida

Goza la vida y vívela deprisa, como si los relojes te quemasen; sube a los trenes antes de que pasen, pues cuando llega el último no avisa.
Ten prevención, mas sólo la precisa para que las sorpresas no te arrasen. Sé osada, arriésgate, que nunca tasen los miedos tu verdad, lucha, improvisa.
No sigas al rebaño ... abre caminos; mantén tu convicción si lo merece, aleja la soberbia, ten ternura.
Reconoce los propios desatinos y, acepta los ajenos; agradece del amigo el consejo, y, sé aventurera.
Para lo que hay que ver, mantenerse ciega.
Para lo que hay que oír, mantenerse sorda.
La vida es un puñado de sal gorda, que raramente merece nuestra brega.
Vivir es un azar, siempre se juega; yo no doy una, pero hay quien lo borda. La suerte es de secano, o ... se desborda; ayer pasó de largo, y, hoy no llega.
De acuerdo, amor, sé ciego y sordo. Piensa que no te amé jamás, que hay una herida porque te hiero pero no me hieres.
Pero en esa impostura tan inmensa, no te me vuelvas mudo por mi vida.
No dejes de decirme que me quieres.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Homenaje a una estrella

Hay quien de noche dice buenas noches, yo digo buenas noches cuando aún hay luz de día.
Adiós hay quien me dice al despedirse, yo contesto tan sólo: buenas noches. 
Pues cuando uno se va cae la noche, y estar aquí es en sí mismo el alba.
La púrpura pintada en altos cielos,
la mañana, que es como la llamamos.
Que nunca volverá es lo que hace tan dulce este vivir.
Creer en lo que no creemos no engendra la alegría.
De existir no iba a ser más que algo muy fugaz.
Y eso mueve al deseo de todo lo contrario.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Un día cualquiera

 Sólo he visto un fantasma, vestía con encajes de Malinas, 
no calzaba sandalias, y sus pasos eran igual que copos de nieve.
Pisaba sin ruido, como un pájaro, pero era tan veloz como los corzos.
Extraña su figura, abigarrada, o viscosa tal vez.
Muy parco de palabra, su risa era como el viento
que se pierde en los claros de la triste arboleda.
Nuestro encuentro fue breve, era arisco conmigo.
Quiera Dios que no mire tras de mí 
después de los horrores de aquel día ...