miércoles, 18 de noviembre de 2020

Sentada a la orilla de la vida

Goza la vida y vívela deprisa, como si los relojes te quemasen; sube a los trenes antes de que pasen, pues cuando llega el último no avisa.
Ten prevención, mas sólo la precisa para que las sorpresas no te arrasen. Sé osada, arriésgate, que nunca tasen los miedos tu verdad, lucha, improvisa.
No sigas al rebaño ... abre caminos; mantén tu convicción si lo merece, aleja la soberbia, ten ternura.
Reconoce los propios desatinos y, acepta los ajenos; agradece del amigo el consejo, y, sé aventurera.
Para lo que hay que ver, mantenerse ciega.
Para lo que hay que oír, mantenerse sorda.
La vida es un puñado de sal gorda, que raramente merece nuestra brega.
Vivir es un azar, siempre se juega; yo no doy una, pero hay quien lo borda. La suerte es de secano, o ... se desborda; ayer pasó de largo, y, hoy no llega.
De acuerdo, amor, sé ciego y sordo. Piensa que no te amé jamás, que hay una herida porque te hiero pero no me hieres.
Pero en esa impostura tan inmensa, no te me vuelvas mudo por mi vida.
No dejes de decirme que me quieres.

1 comentario:

  1. ... procedente de familia católica practicante, Joe era de notable pudibundez en su vida pública. No estaba de acuerdo con la época de modelo de su esposa, ni mucho menos con el famoso calendario.
    Al ver las fotos y como haría en ocasiones posteriores por motivos similares, estalló en un incontenible ataque de cólera.
    Como la vida suele brindar ironías de todo calibre, muchos años después se descubrirían unas fotos del pacato Joe, exhibiéndose desnudo en la ducha, que procedían de la misma época del calendario escandaloso.

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