lunes, 24 de septiembre de 2012

... y el deseo arrastra

Mi amor querido, mi dulce amor, sigo en cama.
Acabo de tener un sueño maravilloso, uno de esos sueños diurnos donde las emociones físicas te dejan al despertarte toda la parte correspondiente al deseo, y el deseo que arrastras después, ya despierta, se parece tanto al placer del sueño.
Estaba tumbada en una cama, al lado de un  hombre que, no puedo identificar con seguridad, pero un hombre sumiso, soñador desde siempre y, para siempre silencioso.
Le doy la espalda.
Tu vienes a tumbarte cuan largo eres, pegado a mí, me besas los labios dulcemente, muy dulcemente, acaricio tu pene, tu mano pasa, muy despacio, por encima mío, busca al otro personaje y, se aposenta en su sexo.
Tu beso se hace más cálido, más húmedo, y tus ojos se abren más y más. La vida del otro pasa a ti, y al poco rato es, como si masturbaras a un muerto.
Me despierto, ligeramente ebria, incapaz de renunciar al placer.
Sólo una cosa deseo, verte, tocarte, besarte, hablarte, acariciarte, mirarte ... te amo.
Hummm si mis sueños fueran realidad.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Alas rotas

Son muchos los prodigios que hoy he contemplado: el sol ... cuando con besos secó todas las lágrimas de los ojos del alba ... los laureados pares que desde el leve oro del ocaso se inclinan ... la mar con su grandeza y su verde azulado ... sus barcos ... rocas ... cuevas ... sus miedos y esperanzas ... su enigmática voz que obliga a quien la escucha a pensar en las cosas que han sido y que serán.
Querido ... mientras escribo ... mi alma está tan sigilosa mirando entre cortinas de seda ... que parece hoy su noche de bodas y que guarda encubierto su profundo alborozo.
¿Pero en qué quedaría ... si no es por tu recuerdo cariñoso ... el portento del cielo y del océano?
Los vientos matinales se han llevado el temor de mi pecho contento ... ahora ya para siempre remonto la tiniebla.
Nada menos valioso que el altivo laurel satisfará a mi féretro.
¡No, por los astros vivos! ... o qué hago aquí sentada ... en el centro del sol ... ciñiéndome las sienes con las hojas de Apolo ... como elogio trenzadas por tu espíritu puro y por tus dedos blancos.
En este gran momento desprecio a los tiranos ... ni la tropa más fiera de acorazados héroes me arrancará la corona ...
¡Pero yo me arrodillo para besar tu mano!
 
Para aquellos que por sus arterias navega el barco que recorre el cuerpo amado ... sin pertenecerle.

martes, 18 de septiembre de 2012

Realmente ... no te conozco

Te ruego no me acuses de que tenga un rostro en calma y triste frente al tuyo ... en opuesto sentido miramos y no puede brillar la luz igual en nuestras frentes.
Tu mirada en mi pones tranquilo y sin cuidado, como sobre una abeja en ámbar prisionera ... si en el ámbar divino del amor me ha encerrado la pena, es imposible que se extiendan mis alas y vuele por los aires en fracasado intento.
Y yo te miro a ti ... y veo a tu lado que junto a amor se alza el final del amor ... y el olvido reemplaza la efimera memoria.
Estoy como el que, en lo alto, contempla los ríos deslizándose raudos ... hacia el amargo mar.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Perdida dentro de tí

Entre lágrimas veo esta noche tu imagen y hoy mismo, sin embargo, vi cómo sonreías.
¿Dónde estará la causa?
¿Serás tú quien me pone triste, o seré yo misma?
Puede, acaso, el acólito entre gozosos cantos, entre acciones de gracias, inerte desmayarse con rostro frío y pálido a los pies del altar ... e igual que, desmayado, oye el "Amén" del coro ... así oigo tus promesas ... indecisa y confusa cuando te tengo lejos.
¿Me quieres de verdad?
¿O vi gloria tan grande sólo mientras soñaba y perdí los sentidos cuando luz tan intensa dilató mi ideal a los ojos del alma?
¿Regresará esa luz como ahora mis lágrimas, tan ardientes y reales?

viernes, 14 de septiembre de 2012

El mundo en un grano de arena

Tú fuiste quien me alzó de esta tierra, tan dilatada y triste, en la que yo yacía ... tú pusiste en los bucles lángidos de mi pelo nuevo soplo de vida ... hasta los propios ángeles ven la esperanza nueva que ahora brilla en mi frente con tu redentor beso.
Amado mío, que te acercaste a mí cuando todos me huían y yo, buscando amor, fue a ti a quien encontré.
Te encuentro ... tu me salvas, me hallo fuerte y gozosa ... como aquél que camina entre asfódelos mustios y recuerda tediosos días de su existencia.
Cuando habito este mundo ... así ... mi pecho alzado es testigo aquí, ahora, entre lo bueno y lo malo ... que amor arrebata fuerte ... como la muerte. 

jueves, 13 de septiembre de 2012

Corriendo hacia el vacío

Llámame, te lo ruego, con aquel dulce nombre que me hacía acudir ligera, cuando niña ... abandonando juegos, olvidando las prímulas ... a contemplar un rostro que se me hacia querido con la luz de sus ojos.
Cuánto echo ahora de menos aquellas tiernas voces que ya nunca me llaman ... pues fueron convocadas y unidas a los coros de los santos del cielo.
Hay silencio en sus tumbas ... mientras yo clamo a Dios.
Sea, por tanto, tu boca heredera de aquellos que ya no tienen voz.
Junta flores del norte con las flores del sur y ... en tus amores nuevos se encierren los antiguos
... sí, llamame aquel nombre, y con las mismas ganas contestaré, prometo ... y no me haré esperar.
 

martes, 11 de septiembre de 2012

Plegaria de lágrimas

Apartate de mí ... aunque sé que a tu sombra he de encontrarme siempre.
Nunca más ... solitaria al umbral de la puerta de mi secreta vida seré ya la mujer que domine los usos de mi alma, ni tampoco levantaré mi mano ... como hacía en otro tiempo ... serenamente al sol, sin sentir la punzada de lo que sacrifico ... tu caricia en mi mano.
Si ... para separarnos el hado entre nosotros alza un espacio inmenso, tu corazón palpita en mí con dobles pulsos
... en cuanto sueño y hago te encuentras tú presente, como el sabor del vino recuerdo es de las uvas.
En mi propia plegaria Dios escucha tu nombre y  ... dentro de mis ojos ve lágrimas de dos.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Nadie es perfecto II

Pensé en cierta ocasión en cómo había ensalzado el poeta los dulces, caros y ansiados años que, en sus manos graciosas, ofrecen cada uno dones a los mortales ... ya jóvenes o viejos.
Y, mientras lo pensaba en su clásica lengua, a través de mis lágrimas contemplé poco a poco los dulces, tristes, melancólicos años de mi vida que habían lanzado unos tras otros su sombra sobre mí.
De pronto me dí cuenta, en medio de mi llanto, de una mistica forma tras de mí, que tiraba hacia atrás de mi pelo ... y una voz dominante escuché al debatirme: ¿Sabes quién te sujeta?
La muerte, dije.
Entonces sonó esta voz de plata: "No la muerte ... sino el Amor"

lunes, 3 de septiembre de 2012

Basta que alguien me piense para ser un recuerdo

Fue hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar, donde vivía un caballero que tal vez conozcas y,  este caballero vivía sin otro pensamiento que amarme y ser amado por mí.
Era un niño y yo era una niña, en aquel reino junto al mar, pero amábamos con un amor que era más que amor, con un amor que los alados serafines del cielo nos envidiaban a él y a mí.
Y esta fue la razón de que, hace tiempo, en aquel reino junto al mar, surgiese un viento de una nube, helando a mi hermoso caballero. 
Así que acudieron sus parientes de alta cuna, y lo alejaron de mí para encerrarlo en un sepulcro, en aquel reino junto al mar.
Los ángeles, ni la mitad de dichosos en el cielo, nos envidiaban, y esa fue la razón de que surgiese el viento de la nube una noche, helando y matando a mi caballero.
Pero era nuestro amor mucho más fuerte que el amor de los que eran mayores que nosotros, de muchos mas sabios que nosotros, y, ni los ángeles allá arriba, ni abajo los demonios, podrían separar nuestras almas.
Pues la luna nunca luce sin traerme sueños de mi amado, y las estrellas nunca salen sin que vea los brillante ojos de él, y así, durante toda la noche yazgo tendida a su lado, en aquel sepulcro junto al sonoro mar.