miércoles, 26 de julio de 2017

Obra entre manos

Viviendo entre estos huertos, nos gobiernan por fuerza las cuatro estaciones: lo aprendemos de escarchas a destiempo, o de soles usurpadores y demacradas flores ... legitimista nuestra desaprobación.
El tiempo conocíamos, no estaciones, en la ciudad donde, sin estaciones, brillaban la naranja y la orquídea ... lo conocíamos por el pesado abrigo o por la luz, enmarcábamos el amor en terminologías posteriores a éstas de aquí, donde contamos cuánto peso de nieve, o cuánta fruta
... desgajan a los árboles sus ramas.  

lunes, 17 de julio de 2017

Cinco plumas a mano

Ojos grises, ausentes, que crepitan en sus órbitas amplias, desiguales.
Una ceja que en parte se inclina sobre el ojo porque encierra todavía una esquirla ... piel adentro ... como un recuerdo necio de la lucha de un viejo mundo.
Nariz rota, aguileña: un mal placaje la causó.
Surcadas mejillas.
Basta pelambre gris que revolotea loca.
Frente arrugada y alta.
Carrillos prominentes.
Las orejas ... grandes.
Y la mandíbula, de púgil.
Dientes pocos.
Labios gruesos.
Boca ascética.
Me detengo con la navaja en ristre, frunciéndole el ceño, mofándome del hombre del espejo cuya barba requiere mi atención, y ... otra vez le pregunto por qué sigue dispuesto, con la presunción de un mozo ...
a cortejar a la reina en su dosel de seda.

lunes, 10 de julio de 2017

Mujer ... tu país secreto

Toda mujer regia en verdad posee un país secreto, más real para ella que este pálido mundo exterior ...
la casa ya en silencio, a medianoche, aparta aguja o libro y lo visita sin ser vista.
Cerrando los ojos, improvisa una verja de hierro entre abedules ... salta la barrera, toma posesión.
Luego corre o vuela, o bien cabalga un caballo que trota a recibirla, y viaja adonde quiera:
sabe hacer que la hierba crezca
que el lirio se entreabra a su mirada
que los peces coman de su mano
ha fundado aldeas
plantado bosques y vaciado valles para que arroyos corran fríos a una bahía sin salida a la mar.
Nunca osé preguntar a mi amor por el gobierno de su reino ni por su geografía ... ni la he seguido entre abedules escalando esa verja para espiarla en la niebla.
Y aun así, me ha prometido, cuando muera, un pabellón al pie de su palacio en un calvero liso en la espesura, donde crece la genciana y el alhelí y ... que a veces podemos encontrarnos.
 

miércoles, 5 de julio de 2017

Le pregunté al hombre feliz

Tu voz ya se ha ido; te escucho con dificultad.
Tu voz de estrellas, ahora ensombrecida, y de nuevo la tierra se obscurece con los grandes cambios de tu corazón.
De día el pasto se estropea bajo la ancha sombra de los árboles.
Por todas partes el silencio me habla, claramente lo dice ...
no tengo acceso a ti
no existo para ti ... con una tachadura has suprimido mi nombre.
Con qué desprecio nos juzgas para creer que sólo la pérdida puede darte poder sobre nosotros.
Las primeras lluvias de otoño agitan las flores.
Cuando te vayas ... vete del todo, descontando la vida visible de todas las cosas, pero no toda la vida ...
no sea que nos apartemos de ti.