lunes, 30 de abril de 2018

Lo nuestro se pasa

En una noche así, o en esta noche, ¿le importa a alguien que una humilde persona resbalase en silencio de su silla, tan en silencio, sí, tan silenciosa, que les pudiese parecer a todos que aquella personita se mece todavía más despacio?.
En un amanecer, tal vez en éste, ¿suspiraría alguien si tal personita no saliera de un sueño tan profundo que ni el gallo pudiera despertarla, ni el trajín de la casa en la que vive, ni el alocado pájaro del huerto o la tarea con que empieza el día?.
Fue como una rolliza personita que andaba por las lomas; ocupada en agujas y carretes, volviendo fatigada de la escuela.
Compañeros de juego, fiestas, nueces y visiones inmensas, diminutas.
Qué raro que unos pies con tal tesoro conduzcan a un final que es tan pequeño ...

martes, 24 de abril de 2018

El problema era saber sufrir

Tu fantasma llevaba la fría máscara de la luna, mi fantasma llevaba lo mismo; olvidando la tarea febril a la que vinieron con la esperanza de alcanzar ... cada imagen tenía los ojos del otro y contemplaba alzarse una gris confusión para nublar la llama deseosa.
Para nublar la llama , para velar el portal resplandeciente; tenían a la tirana reina en lo alto, única regidora de su sino ... miraron como miran las estatuas de mármol a través de la escalera con teselas o ... a las salas más lujosas de abajo.
Ya la cálida tierra era un mar ártico, como una aguda daga cada aliento;
éramos dos icebergs centelleantes;
la luna navegaba entre nosotros;
allí nadaban sirenas, con sus colas y aletas, y el amor pasaba, llevado por el viento
... como si no hubiera sido.

jueves, 19 de abril de 2018

Morir en medio de la noche

Me perdí cuando ya estaba salvada.
Sentí que el mundo me dejaba atrás. Y ceñidos los lomos ... al borde mismo de la Eternidad ... volví a cobrar aliento, y oí en el otro lado la marea decepcionada que iba retirándose.
Me siento, pues, como alguien que a su vuelta tiene extraños secretos que contar de mares muy lejanos; como quien ha avistado raras tierras y vuelve con noticias, palidísima, de las puertas que guardan el espanto ... y que nadie ha franqueado.
La próxima ocasión quiero quedarme.
La próxima ocasión para ver cosas que el oído no ha oído ni vio el ojo jamás.
La próxima ocasión ya no me iré.
Mientras el tiempo pasa de puntillas
... pasan lentos los siglos vagabundos y giran las esferas.

viernes, 13 de abril de 2018

Intento contagiar

Una palabra muere al salir de los labios ... dicen algunos. Sin embargo, yo creo que su vida comienza en ese instante.
Me gusta Marzo.
Usa zapatos de color púrpura, es nuevo y vehemente, al perro y al buhonero trae el fango ... seca el húmedo bosque.
La víbora conoce su llegada y le ofrece su sitio.
El sol está tan cerca y es tan fuerte que caldea los sesos.
De todos los demás nos da noticias.
Sería un grave error morir ahora con los azules pájaros surcando su cielo tan inglés.
Yo con todos los vientos apostaba, pero enojada la naturaleza dispuso que me visitase un hecho ... e hizo trizas mi globo.
Lo primero que sé siempre eres tú en la cálida luz de la mañana
y lo primero que también me espanta ... porque en la noche sólo serás sombras.

domingo, 8 de abril de 2018

Mi voluntad siempre ha huido

Hay sólo una historia, una única historia que pueda merecer que la relates, ya sea como docto bardo o aventajado niño ... a ella pertenecen todos los versos o dijes menores que sobresaltan con su brillo a tantos cuentos vulgares cuando se extravían en ellos.
¿Hablas de los árboles, sus meses y virtudes, o extrañas bestias que te asaltan, de pájaros que te graznan el Triple Deseo?
De agua a agua, de arca a arca, de mujer otra vez a mujer ... así cada nueva víctima recorre con firmeza el circuito nunca alterado de su sino, trayendo a doce pares por testigos de su ascenso astral o de su astral caída.
¿O es de la belleza plateada de la Virgen, toda pez por debajo de las caderas?
En su mano izquierda lleva un frondoso membrillo; cuando con la derecha dobla un dedo, sonriente, ¿cómo puede el rey no acudir?
Regiamente trueca vida por amor.
 

martes, 3 de abril de 2018

Cuando cuerpo y alma se llevan a matar

Perdida mansión que recorro siempre, como un fantasma en forma de mujer.
Con dedos extendidos ... escaleras arriba ... y escurriéndome tenaz por tus pasillos, la costumbre nocturna me trae a esta estancia, y hasta en las tardes cálidas me tira un hilo de memoria que se hunde en el tiempo.
Vacía, salvo por un vasto lecho suntuoso que cubren mohosas cortinas retorcidas (teatro de marionetas donde una maligna fantasía puebla de miedo los bastidores). A mi derecha una reliada campanilla cuelga dispuesta para llamarme ... desde mis penumbras del ático ... a servir a otros espectros superiores; a mi izquierda, un sombrío espejo de cuerpo entero, resquebrajado, no se digna presentar el rostro con mentiroso arrebol, sino triste y pálido, como se tornan los rostros que en espejos se miran.
¿No hay vida, nada salvo la delgada sombra y la aprensión en blanco, nunca una rata raspando una corteza? ¿O en el cristal de la ventana ninguna mosca, alguna araña hambrienta?
Las ventanas enmarcan cielos fríos que casi se funden con la mar ... como la creación primigenia, un maremágnum abstracto, confuso. Da media vuelta, escruta una vez más sobre el azogue, atento al ser, los labios grises y la melena alborotada, los ojos que miran somnolientos. Ahhh espejo, por Dios, dame una señal de que aún habita, remota, ahí ... más allá del misterio de esta isla, de modo que esté de este lado la esperanza, en alguna parte, en riachuelos, en pastos de montañas soleadas ... la vida verdadera, el aliento natural
... no este fantasma.