domingo, 28 de agosto de 2022

La noche del cazador

Un fuego no se apaga.
Lo que puede encenderse
arderá sin ayuda
de ningún abanico
en la noche más calma.
No se puede atajar
una riada y meterla
en un cajón; los vientos
la descubren, contándolo
a tu suelo de cedro.
Reuní todas mis fuerzas en la mano
para atacar al mundo.
Era mucho más débil que David,
aunque tenía el doble de su audacia.
Lancé la piedra, pero fui yo misma
la única en caer. Tal vez Goliat
era excesivamente grande. O yo
demasiado pequeña.