jueves, 31 de diciembre de 2015

Cartografía de las emociones

Es como si fuera la lectura más exacta: el cielo, las nubes, el sol puesto.
Lo demás, la especulación que las palabras se traen, el fluir de ciertos tonos de voz, tu cuerpo apoyado en la piedra, frente al edificio, esperando que no llueva ... esta vez.
Podemos pensar más en todo esto; y trabajar el color que muda a cada instante, como si el final del día no fuera un momento de lentas transiciones.
Podemos entrar sin prisa en la noche que nos aguarda, viendo la bruma caer tras los cristales del coche, oyendo el ladrido de los perros, sabiendo apenas que ninguna noche nos servirá de abrigo.
Pero no sé: estas frases que descubren lo que tengo que decirte con la perplejidad de la gramática, estos lapsos que se instalan en el corazón de la palabra ... ¿Cómo transformarlos en certezas, y lograr que una flor surja de un movimiento de afirmaciones visibles como las estrellas en el claro de los árboles?
Quisiera escribirte una guía para el mundo de la evidencia, con su exacta cartografía de emociones, y encontrar en tus manos la línea hacia su centro, donde un fulgor de volcanes secretos toma luz. En vez de eso, te doy este poema; y sé que por él ha de correr el río que nace de tu risa de fuente.
Entonces, te digo lo normal en estas situaciones.
No me refiero a las declaraciones de amor, a los verbos que se prestan al susurro, ni al fuego de sustantivos que se pegan a la lengua, dejando en la boca una sequedad de ceniza. Digo lo que este verso puede contener ... franquearé el campo de tu cuerpo.
Poco más puede decirse en una noche como ésta, en que el viento desenlaza las nubes, activando las invisibles jaurías del sueño.
Así, te veo quedarte dormida ... veo desembocar tu desnudez en el estuario de la madrugada, y oigo desplegar las velas de tu respiración matinal.

martes, 29 de diciembre de 2015

Senza fine

El día en que la mujer nazca del tallo del rosal que crece en el huerto pequeño; o el día en que la nube baje del cielo para vestir de bruma sus senos de flor ... seguiré el camino del agua por los canteros que me portan al tallo y ... entraré en la tierra en busca de su raíz.
Ese día en que el cabello de la mujer se confunda con los hilos luminosos que el sol filtra por el ramaje, y que un perfume de polen se vuelve en el aire suelto de la niebla ... buscaré el fondo de sus ojos ... por donde corre una transparencia de arroyo.
Un día, sacaré esa mujer de la flor, la desnudaré de pétalos, y ... le prestaré el velo de la madrugada.
Entonces, al verla nacer con el día, dibujaré nubes con el color de sus labios, y ... las empujaré hacia la mar con el viento calmo de su respiración.
Después, cubriré a esa mujer que nació del rosal con la sábana celeste, y la veré adormecerse, como la yema de una rosa ... esperando que la nube baje del cielo para robarla al sueño de la flor.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Manual de instrucciones

Use el poema para elaborar una estrategia de supervivencia en el mapa de su vida.
Recurra a los dispositivos de la imagen, sabiendo que ella le dará un acceso rápido a los recursos de su alma.
Evite los atolondramientos de la tristeza, y encienda la luz que le traiga una fufura mañana cuando su tiempo esté por agotarse.
Si precisa sustituir los sentimientos cansados de la existencia, reinstale el deseo en el panel del cuerpo, e imprima los sentidos en cada nueva palabra.
No ha de dominar todos los requisitos del sistema; limítese a avanzar por el visor de la memoria, buscando la ayuda que le permita salir del bloqueo.
Escoja una superficie plana: y deslice su mirada por el estuario de la estrofa, para que ella empuje la corriente de las emociones hasta el delta.
Verifique que todas las opciones estén disponibles: y descubra fecha y hora en que el sueño se convierte en realidad ... para que poema y vida coincidan.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Laus Deo

Me gustan las palabras exactas, las que aciertan
el centro de las cosas, y cuando las hallo
es como si las cosas salieran de su interior.
Esas palabras son duras como los objetos
que designan ... piedra, tronco, hierro, el cristal
de espejos rotos al calor de la tarde.
Intento incendiarlas cuando escribo, como si
el fuego saliese de la frase, y se extendiera
por el campo de la página en una devastación de sílabas.
Echo, entonces, más palabras a las palabras,
... agua, polvo, tierra, el aire seco del verano, para que la voz
no se queme en este paisaje sombrío.
Recojo los restos: los adjetivos, los adverbios,
artículos, preposiciones ... para que sólo las palabras que indican
cosas queden en el lugar que ya tenían.
Poco importa que las frases pierdan su sentido. Lo
que queda son los nombres de las cosas, para que salgan
de su interior ... y las podamos ver en su sitio.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Oración nocturna

Cuando un poema escriba,
piensa que a ti he elevado mis plegarias,
la religión guardando de otros tiempos,
pidiéndote, Iehová, que me ayudaras.
Alláname el camino
siempre que yo, tu sierva,
honrándote, doblada la rodilla,
una canción te ofrezca.
He de brindarte cirios,
también un altar nuevo;
y tú, Iehová, el nombre
tendrás en mi salterio.

martes, 15 de diciembre de 2015

Pídeme lo que quieras ... te lo daré

Marchito de suspiros y ceñido de lágrimas, aquí vengo a buscar la primavera, y mis ojos y oídos reciben esos bálsamos que han de curarlo todo; mas ... traidor a mí mismo ... he traído mi amor como de araña que las substancias muda y el maná en hiel convierte; y para que se tenga el lugar por cumplido y verdadero Edén ... me traigo la serpiente.
Sería saludable para mí que el invierno malograse la gloria de este sitio y que impidiese alguna fuerte helada la risa de esos árboles, que ante mi faz se burlan; mas, para no sufrir tal desventura ni dejar al amor, Amor, permite que sea yo una cosa inanimada ... haz de mí una mandrágora para que aquí me queje, o una fuente de piedra llorando todo el año.
Redomas de cristal traed, enamorados, y recoged mis lágrimas, que son vino de amorores, y, en el hogar, las lágrimas probad de vuestra amiga ... las de sabor distinto a las mías son falsas.
¡Ay! Ningún corazón brilla en los ojos, ni sabrás por su llanto que piensan las mujeres, tal como por su sombra no juzgas el vestido.
¡Sexo avieso! No tienes otra fiel sino ella, y es fiel porque, con serlo ... me arrebata la vida.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Hay palabras, cual espadas, que parten los corazones y hacen sufrir toda la vida

Pregunto cómo se escribe el poema. Y la única respuesta posible es escribirlo. Él demuestra la posibilidad, como si nada hubiera antes o después de él. Así el poema puede construirse de modo que evite todas las ambigüedades de la prosa o la filosofía, al llevar dentro la clave que hay que abrir para que surja un sentido ... aunque el sentido sea lo que menos interesa al poema.
Sin embargo, sin él, ¿de qué sirve escribirlo? Lo que importa es decir lo que de otro modo no puede ser dicho.
Escribir es decir lo esencial, desbrozando entre la nada y el todo que hay en cada poema.
Sí: hay un punto de partida.
Tu rostro ... tus manos o ... la rama de un árbol que se partió en el temporal, o ... ese pájaro que nació de un tejado en ruinas, como si la casa abandonada fuera el vientre del mundo celeste.
Nada de esto, en sí, tiene valor más allá del que yo le di al mirar el mundo, y escoger una u otra de sus imágenes. Ahora, en el poema, ellas son otra cosa.
Huyeron de su propia realidad, como el pájaro que saltó del tejado; y aunque tú existas, con tu rostro y tus manos, o la casa siga aún más abandonada, con su  invierno en ciernes, el poema da otra forma de amor, al campo, a las aves o a lo que tú me dijiste, como si sólo eso bastara para que la vida pueda continuar.
Así, escribo.
Y no vuelvo a preguntar cómo se escribe el poema.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Mi alma está hecha de flores salvajes

Vuelve a comenzar de la nada y deja una marca dado que dejar una señal es ahora nuestra costumbre; la huella de las ovejas, el surco del arado están marcados en la página, el trazo del lápiz abre una senda sobre la colina.
Pero hoy traje tres huesos de un ave, comida antes de romper el cascarón y escupidos o cagados con su propia cáscara rota para ser erosionados en los acantilados del Norte.
Éste es un límite ante el cual el lápiz se queda mudo.
Los pequeños huesos blanqueados de un fulmar o un alcatraz nada tienen que decir.
No han conocido ni el hambre ni el vuelo y no han comprendido la obscuridad que descendió y mató.
Las sendas se acaban, la oveja se pierde en el brezo húmedo.
Hay cosas que no pueden ser escritas ... ni dichas ... ni leídas; finos huesos del ala que no pueden soldarse.
Demasiado frágiles para grabar, los huesos encierran en su desolación ... la génesis de la primera nota soplada.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Edificar sin torturar, acariciando

El amor tiene que tomarnos desprevenidos porque ninguno de nosotros pagaría el precio del amor si lo supíeramos.
Porque ... ¿quién pagará para ser destruido?
La destrucción es tan segura ... tan evidente.
Mucho más difícil de trazar, menos evidente, es la segunda vida del amor, un huevo de gaviotín ... revelado y escondido es un nido de piedras sobre una costa pedregosa.
Lo que parece una piedra no es piedra.
Ese pulso vulnerable que puede sostenerse en la palma de una mano puede sobrevivir para viajar por los océanos más cálidos y helados del mundo, sus alas estrechas, el latido de su pequeño corazón
... la distancia entre los polos.

domingo, 6 de diciembre de 2015

No sufras, me las apaño bien ...

Ya por dos o tres veces te he querido antes de ver tu faz o de saber tu nombre: así en alguna voz o en una informe llama nos afectan los ángeles y atraen nuestro culto; y al llegar a tu lado, una nada vi sólo ... hermosa y esplendente.
Mas, puesto que mi alma, que a amor tiene por hijo, miembros de carne toma (si no, nada podría), más sutil que su padre no sería el amor y ha de tomar un cuerpo; y así, lo que tú fueses o quién eras a amor le preguntaba, más ahora que se encarnó en tu cuerpo, lo distingo y lo fijo en tus labios ... ojos ... frente.
Mientras así yo quise al amor dar un lastre y lograr más firmeza en nuestra ruta, con tales mercancías que admiran en extremo, vi que en bajel de amor puse carga excesiva; labrarte los cabellos uno a uno es tarea que el amor sobrepasa, debe buscarse a otro mejor; pero ni en la nada  ni en las cosas extremas que esparcen esplendor tiene el amor morada.
Tal como lleva un ángel rostro y alas de aire, no tan puras como él, pero puras, tu amor podría ser para el mío su esfera
... la misma diferencia que separa el aire y la pureza del ángel, entre amores de mujeres y hombres habrá siempre.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Una gran ola de emoción

Camina y camina tierra adentro
con tu remo,
hasta que alguien te pregunte
qué es eso.
Construye entonces tu casa.
Porque sólo entonces necesitarás decir y saber
que la mar es inmensa e insondable,
que el remo que empuja
contra la ola
y con la ola ... es todo.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Somos como somos porque hace nada (acaso un millón de años) que salimos del bosque

ENCONTRAMOS una parte de lo que queremos: un bolso con oro arrojado al camino, un poema, un amigo, una gran canción.
Otras cosas se nos revelan ... un pozo entre los castaños verdes, un arbusto con flores ... cuando, agotados ... estamos buscando algo muy distinto.
Y otras vienen hacia nosotros, traídas tan cuidadosamente
... como un brillante vaso de agua
... como pan fresco.