miércoles, 13 de julio de 2022

En tus manos encomiendo mi espíritu

La luna está muy lejos de los mares,
y sin embargo con sus manos de ámbar
los guía como a niños obedientes
hasta el borde de arenas elegidas.
Ni un momento se apartan,
sumisos a sus ojos,
a la ciudad se acercan lo debido,
para luego alejarse exactamente.
Tuyas son, oh Señor, las manos de ámbar,
yo soy la mar lejana
que obedece a la más mínima orden
que tus ojos me dan.