El cielo está tan lejos de la mente
que si ésta se llegara a disolver
el lugar donde está ya no podría
encontrarlo de nuevo el arquitecto.
Es tan grande como lo imaginamos
y tan hermoso como nuestra idea;
para quien lo desea justamente
tan cerca de nosotros que está aquí.
Lo que yo pueda hacer eso lo haré,
aunque sea fugaz como un narciso;
lo que no pueda hacer ha de quedar
desconocido para lo posible.