El cerebro es más grande que los cielos, ya que si se comparan sus tamaños el uno incluye al otro con holgura, y a ti además con él.
También es más profundo que los mares, pues comparando azul y azul uno contiene al otro ... como hacen las esponjas y los cubos.
Pesa el cerebro lo que pesa Dios, y sopesados ambos libra a libra, habrá la diferencia, si es que la hay, que separa el sonido de la sílaba.
El tamaño limita, no permite que quepan los mezquinos accesorios;
no soporta el gigante a los ratones para tener holgura gigantesca.
Sobre todo detesta lo pequeño, ya que lo verdaderamente grande hasta ignora la posibilidad de calumnias o moscas.
También es más profundo que los mares, pues comparando azul y azul uno contiene al otro ... como hacen las esponjas y los cubos.
Pesa el cerebro lo que pesa Dios, y sopesados ambos libra a libra, habrá la diferencia, si es que la hay, que separa el sonido de la sílaba.
El tamaño limita, no permite que quepan los mezquinos accesorios;
no soporta el gigante a los ratones para tener holgura gigantesca.
Sobre todo detesta lo pequeño, ya que lo verdaderamente grande hasta ignora la posibilidad de calumnias o moscas.