viernes, 15 de diciembre de 2017

Aprendiendo botánica: Ciprés

En la esquina de tierra donde lo plantaron, busca el sentido de la línea recta.
No pretende el círculo ... la rueda de estaciones ... la fuga hacia el eje que la gravedad le impone.
Acepta que el cielo es su destino ... y por eso sus raíces se alimentan de muertos ... que les ceden las almas para que el tronco las libere, en el invierno, cuando el frío hace vibrar la luz que lo envuelve.
No ofrece sombra a quien pasa.
No pide compañía a los amantes que lo evitan, en busca del refugio de unas flores.
Su destino es el punto que la mirada retiene, más allá del azul, en un infinito en que otras raíces crecen ... bebiendo la leche negra de las mitologías.

sábado, 9 de diciembre de 2017

Filtro poético

Si quisiera aliviarme de este peso de aire libre, del azul que me une a lo irregular del horizonte, de la misma línea del infinito que insiste en que no lo comprenda ... tendría que hacer versos según la prosa antigua.
La disciplina del arte, entendida según viejos tratados, es una obligación que procuro imponerme cada vez que pienso en un arte poético ... pero sólo para dejarlo de lado cada vez que el poema me domina ... y un flujo de nuevas impresiones cruza mi espíritu, como un enjambre abstracto, logrando que ceda ante todo aquello que se designa como "vida".
Mas ... mi brevedad me inquieta, y me hallo con el tiempo pasando en esta esfera en que el puntero insiste en ir al contrario.
Prefiero, por eso, dedicarme a contar cosas que habrán florecido esta mañana en nuestra ausencia, y quién las habrá cogido en ese patio al que entramos ... en otra primavera ... contando cada pétalo que caía de los labios del amor.
Espero que se junten en el humus del invierno, que la nueva primavera las haga renacer, juntando las gotas de la memoria con tu imagen.
Y así voy pasando el tiempo, coleccionando las estampas del instante en este cuaderno del alma al que prestaste tu sonrisa y ... hojeo sus páginas, sin premura, sabiendo que tu, donde estés, me acompañas en este trabajo.
 

martes, 5 de diciembre de 2017

Autoeutanasia sentimental

Una vida: lo que este corazón me da, junto a esa arteria que se abre al vacío; mientras oigo latir en su interior la frase mutilada ... obligándome a buscar un sentido a este movimiento que ningún tiempo, ninguna catástrofe ... ningún derroche detuvieron.
Me inclino sobre él, e intento adivinar a quién pertenece: sin duda joven, la mano que lo dibujó.
¿Hombre?.
¿Mujer?.
Lo que importa es el gesto en que leo una traducción de ese amor pasado, más allá de las palabras y de todos los gestos.
Quien lo vio, ¿entendió de qué se trataba?. Y quien lo hizo, ¿habrá recibido la respuesta que quería?.
Mas, cada uno de nosotros, que cruza este patio sin límites ... adivinará esa respuesta.
El enigma, nos dice, soy yo: este corazón que cabe en todos los cuerpos, y donde cada cual puede oír el suyo, aunque sólo el silencio nos rodee, al pasar por esta piedra, y descubrir, ínfima, en ella ... toda la vida humana.