martes, 6 de marzo de 2018

Solo el amor te enriquece más que el robo

Un día yo tomé tu rostro entre mis manos.
La luna entraba en él.
De los objetos el más inasible bajo un llanto que estaba rebosando.
Como algo que consiente, que persiste en silencio, casi era una cosa que se toca.
Sin embargo, ningún ser en la fría noche se me escapaba más infinitamente.
Cómo nos derramábamos hacia esos lugares y apremiábamos hacia la poca superficie de nuestro corazón las olas todas, debilidad y placer, ¿y finalmente a quién las ofrecimos?.
Al extranjero, que con nosotros se confundió o al otro que no encontramos nunca, a los criados que nos vincularon, a los primaverales vientos que se fueron con ellas
... o al silencio que juega a perder.

1 comentario:

  1. Nunca ha jugado con el silencio, su vida es un libro abierto para la prensa, conocidos (amigos ninguno) y compañeros de rodaje.
    Solo hay una cosa que no ha compartido, a los quince años tuvo un hijo, fruto de una violación, que no llegó a ver puesto que al nacer fue entregado en adopción.
    Se culpa no haber conseguido ser madre; dice que es el castigo por no haber luchado por él.

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