lunes, 20 de junio de 2016

Inmortalizando el amor en la tinta de los versos

¿Somos un sueño soñado desde otro,
un sueño en que nunca soñó nadie,
o el espontáneo invento de una mitología
que por vanidad de prolongación nos interesa?
Si no hay óbito porque nunca existimos,
si no hay vida porque nunca fue fundada,
solo cabe un tercio excluso, modorra hipnótica será
quien no duerme ni despierta,
pero en este supuesto aletargado
se constata el arranque del parecer
que dormido despierta su belleza.
Que vele la fama el insólito testigo,
o que arda el sueño del inmolado vaticano,
o mi tenue pluma, solitaria garante de amor.

1 comentario:

  1. No unjas ni alteres el vientre de futuro, donde el balancín se une a los senos ... reposa y deja mecer el alma en soliloquio.
    Be Happy

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