lunes, 25 de enero de 2016

Reflexión ... el ángel de la guarda

El ángel que en la tarde desciende del espíritu,
y quema el suelo de la página, y
mancha de orvallo los campos del invierno
donde la hierba insiste en mantenerse,
tiene la vista cansada de infinito. Lo cojo
de la mano y oigo arrastrar sus alas
detrás de mí, mientras avanzamos
por el asfalto. Es cierto que los ángeles no
están hechos para andar; y que sus pasos
dibujan un vuelo desmañado con la duda
ebria de un rumbo. Mas lo siento en la
silla de taberna; le pongo delante
el amargo cáliz del aguardiente matinal; y
le veo engullir hasta el fondo las gotas de
fuego del infierno, saboreando el sol que
por un instante despunta entre las
nubes que lo expulsaron.

3 comentarios:

  1. Construyo el pensamiento a pedazos: cada idea que pongo sobre la mesa es una parte de lo que pienso; y al ver cada fragmento volverse un todo, vuelvo a quebrarlo, para evitar conclusiones.
    Night Norma ...

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  2. ¿Puedo quedarme con la imagen intacta de los campos ensoleados? Al angel yo le daría unas gotas de nectar de las flores amoratadas de las salvias...

    Ik heb intens medelijden met de engel...hij verdient een zachter lot...

    Slaapwel (met de engelen...)



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    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo, se merecen todo.
      Y como son míos, están en las esquinas de mi cama, velando mis andares, luchando para que libre mi propia batalla.
      Kisses vriend, minste drie ...

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