martes, 10 de diciembre de 2013

Tarde ... en la noche

 
Os he mirado suficiente, ahora puedo hablaros como quiera.
Me he sometido a vuestros deseos, observando con paciencia lo que amáis ... hablando a través de otras vías, en detalles terrestres ... como lo preferís vosotros.
Jamas aceptaréis una voz como la mía ... indiferente a los objetos que tan prestamente reclaman vuestras bocas ... pequeños círculos de miedo.
Todo este tiempo disculpé vuestras limitaciones ... pensando que tarde o temprano las dejaríais de lado ... pensando que la materia no absorbería jamás vuestra mirada.
No puedo continuar limitándome a imágenes porque os creáis con derecho a discutir mis intenciones ...
... ahora estoy preparada; llorando, si, me arriesgo a la alegría en el áspero viento de un nuevo mundo.

2 comentarios:

  1. Hay que emigrar a ese nuevo mundo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo único que no pueden castrarnos en la imaginación ... es donde habita ese viento libre Vicino.
      Baci.

      Eliminar