lunes, 24 de junio de 2013

El secreto de la vida

Sé que esta vida, aunque no madure en el amor ... no está perdida del todo.
Sé que las flores que se mustian al amanecer, las corrientes que se estraviaron en el desierto ... no están perdidas del todo.
Sé que mis sueños no realizados, mis melodías sin cantar,  están cogidos a una cuerda tuya del laúd ... no están perdidos del todo.
Llegaste a mí en las horas caprichosas de la primavera, con cantos de flauta con flores ... y transtornaste las ondas de mi corazón hasta hacérmelas olas, que mecian el loto rojo del amor ... y me pediste que saliera contigo al secreto de la vida.
A través del goteo de la lluvia, oigo tus pasos que vienen ... y tu llamada, que me pide que salga contigo al secreto de la muerte. Voy a tí, y dejo mi mano en tu mano ... y tus ojos arden, y chorrea agua tu pelo.
La lluvia envaguece el día; relámpagos iracundos miran, súbitos, por los velos andrajosos del agua ... y el bosque está, como un león enjaulado, sacudiendo desesperadamente su melena.
Entre los vientos voladores, déjame que encuentre, hoy, mi paz en tu presencia ... porque el cielo pesaroso ha ensombrecido mi soledad, para hacerme sentir más hondo
... el toque de tu mano en mi corazón.

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