viernes, 19 de julio de 2019

Altos y bajos en tu corazón furtivo

Poned en mí un amor propio de esposa cuando ellos me deshagan el cerebro ... cercenad este pecho tan pecoso, convertidme en barbuda como un hombre.
Sonrójate, alma mía, en tu firmeza,
sonrójate, mi arcilla no aceptada,
siete años de ser fiel te han enseñado más de lo que una esposa sabe nunca.
Amor que nunca abandonó su sitio, confianza combatida por dolor, constancia entre las llamas con su premio ... angustia que carece de respiro.
Carga siempre llevada triunfalmente, pues nadie había visto mi corona: hasta el anochecer me ciño espinas para luego ponerme mi diadema.
Mi gran secreto está bien protegido, nadie lo sabrá nunca, hasta que su guardiana ... ya cansada ... te lo lleve pasando por la tumba.

1 comentario:

  1. ... instalada en la habitación, compartida, 307 que le costaba 12 dólares a la semana y luego en la legendaria habitación 334.
    Una vez allí, se ve obligada a telefonear como siempre que tiene problemas, al productor Joe Schenck; parece que el destino la empujara de nuevo a sus brazos.
    En una cena celebrada en su casa, Joe le presenta al mandarín del cine Harry Cohn. Duro, vulgar, déspota, tenía instalada una red de micrófonos para espiar al personal y, llegado el momento, utilizar sus secretos contra ellos.
    Durante una temporada hace que Marilyn entre de nuevo en la ruta del cine. Firma un contrato con la Columbia por 150 dólares a la semana, y de esos primeros ingresos la actriz va al dentista para hacerse una funda postiza de sus dientes, que ella considera muy prominentes.
    Harry Cohn pronto se cansa de ella.

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