sábado, 28 de noviembre de 2015

Cada lágrima enseña a los mortales una verdad

La inesperada marea,
la gran ola,
irrefrenable, se alza contra la roca,
anega el corazón ... sea primavera o invierno.
Emergiendo de un lenguaje que desaparece,
la palabra se hace presente cuando se la necesita.
Un sonido grave surge y retrocede,
con una precisión que serena el corazón.
Algunos mínimos sonidos
reverberan como madera estacionada,
inocultables verdades de los inviernos de la gente,
indicios de mil diferentes primaveras.
Hay pequeñas palabras irrefutables
que empequeñecen a los Césares;
territorios de la voz
que insinúan a través de la muerte y la generación
cómo se transmitió un secreto:
esa primera articulación,
cuando una vocal quedó atrapada
entre una consonante fuerte y tierna,
cuando alguien, angustiado,
profirió un nuevo y mortal sonido
que vivió hasta hoy,
un testimonio
ante el cual sucumbieron las olas y ... sobrevivieron.

1 comentario:

  1. Alguien, hace cientos de años, dejó escrito una frase lapidaria que utilizo a menudo: "Hay algo sagrado en la sal, está en la mar y en nuestras lágrimas"
    Bien cierto es, y si fuéramos medianamente inteligentes, daríamos su valor a la verdad ... que escuece ........................................
    Night

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