viernes, 1 de mayo de 2015

Herida ... destierro

Lo peor es creer que se tiene razón por haberla tenido o esperar que la historia devane los relojes y nos devuelva intactos al tiempo en que quisiéramos que todo comenzase.
Pues ni antes ni después existe ese comienzo y el presente es su negación y tú su fruto ... hermano  consumido en habitar tu sombra.
Lo peor es no ver que la nostalgia es señal del engaño o que este otoño la misma sangre que tuvimos canta más cierta en otros labios.
Y peor es aún ascender como un globo ... quedarse a medio cielo ... deshincharse despacio ... caer en los tejados de espaldas a la plaza, no volver al gran día.
La gloria de aquel acto era toda futura.
Pero tú olvidas cuanto pusiste en él, mientras los muertos brotando están a flor de tierra ahora para hacer con sus manos la casa ... el pan y ... la mañana nuestra.
Y tú en tu otoño de recordatorios, en tu rosario quieto, igual que un héroe de metal fundido, famoso en pocos metros a la redonda, ilustre en ignorancia de la hora inmediata y ... casi sordo de tristeza.
Pienso si no supiste combatir ... si no te defendiste por donde más te herían o ... acaso ignorabas que el destierro es a veces más cruel que la muerte.
Sobremueres.
Te han vendido a ti mismo ... a tu perfil lejano entre metralla y cantos o te has dejado herir con un solo disparo de luz petrificada ... en la boca del alma.

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