La estrella lloró rosa en el corazón de tu sonrisa ... el infinito rodó blanco por tu cuello ... la mar perló de rojo tus rojizas mamas y ... el hombre sangró negro en mi costado soberano.
Sin decir palabra, escruto la carne blanca y persigo bajo la blusa y las endebles galas ... la espalda divina ... tras la curva de los hombros.
Pronto decubro el botín.
Reconstruyo el cuerpo ... me consumo en fiebres deleitosas; me encuentra graciosa y cuchichea y ... siento que los besos acuden a mis labios.
Sin decir palabra, escruto la carne blanca y persigo bajo la blusa y las endebles galas ... la espalda divina ... tras la curva de los hombros.
Pronto decubro el botín.
Reconstruyo el cuerpo ... me consumo en fiebres deleitosas; me encuentra graciosa y cuchichea y ... siento que los besos acuden a mis labios.
Maria,aun un poco pronto para disparar la saeta, no?.
ResponderEliminarEstás muy belicoso ultimamente, eso de disparar algo exagerado ¿no crees?
EliminarSi lees una saeta, pues será, no tengo problema, creo en la libertad de interpretación
Besos Vicino, no te me alteres
Desprenderse de un sueño creo que es más doloroso... porque en los sueños apuestas con el espíritu.
ResponderEliminaruna abrazo enorme bella
Pequeña princesa tener sueños es una verdadera heroicidad; si pretendes abandonarlos a su suerte uhmmmmmm yo diria que muy malamente funciona el alma de la persona
EliminarSe te extraña y se te quiere