Fíjate bien en el tan sabio Orión
hasta que te eches a perder los ojos;
cuando desaparece deslumbrante
sigue a la misma altura.
Te dejaré dormir,
y encomiendo al Señor
que haga suyo tu polvo.
Y si vives y aún no has despertado,
a Dios pido que te complete el alma.
Da lo mismo donde vivan los santos,
harán que sea hermoso aquel lugar.
Ya ves qué firmamento tan magnífico
acompaña a una estrella.
En todos los dominios no podemos
acrecentar lo que es nuestro tamaño.
Pero la magnitud que había en Cristo
le hizo resucitar.
... pero días después le pide: "Ámame. Ámame con dureza. Eres un amante muy gentil y esos son los que me gustan. Pero esta vez hazlo con dureza, tan duro que me haga daño". Le colma de atenciones, le mima noche tras noche, le oculta la verdad de su marido, le llama papaíto y Darling Hans. Acabadas las vacaciones y de regreso a la civilización le llama papaíto por última vez y lo despide.
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