Ven ahora querido espíritu del fuego
y envuelve en nubes y sueños de oro
la mente delicada de las mujeres, y protege
la calma en flor de las siempre benévolas.
Deja que el hombre se recree en sus ensueños y quehaceres
a la luz de las candelas y del día venidero,
mira que los enojos y penas odiosas
no le sean excesivos.
Ahora que el Duero siempre airado,
mi enemigo jurado, invade el país con el hielo
y canta luego, a la hora del sueño,
su terrible canción que se burla de los hombres,
y rompe los muros de nuestras ciudades, y las cercas
que levantamos con aplicación, y los bosques pacíficos,
y hasta en medio del canto interrumpe a mi alma,
ese malquistador de todas las cosas,
y en furia incesante sobre el manso río
descarga su nube negra, y el valle entero
entra en ebullición, y la roca cae
como hoja seca desde la colina rajada.
... era la culminación de una situación insostenible, que confirmaba el rumor según el cual Mary Slaterry, esposa de Miller, estaba enterada del motivo de los viajes de su marido a New York y pensaba pedir el divorcio. El 29 de Junio, los adúlteros se casaban ante el juez de paz de White Plains, siendo sus testigos Lee y Paula Strasberg, el matrimonio Greene y John Moore. Durante la ceremonia Marilyn aprovecha para convertirse al judaísmo, la religión de su marido. Concluido el acto, ambos posan embelesados ante las gentes que les aclaman y la prensa mundial.
ResponderEliminar