viernes, 23 de febrero de 2018

Me ayudaste a sufrir y no lo olvido

Una vez me jacté de conocer las fases de la luna; la había visto, serena, resistir y emerger de un eclipse total.
Aunque, alta en el oeste, aquella noche de verano, bajando, locas, las luciérnagas junto a mí, trémula la bruma, parpadeante, y el ojo seguro obnubilado, aterrorizada grité. Pues la misma Luna a quien había creído un poder vivo, aunque inmutable, se separó en dos ante mis ojos, un brillante cascarón, y ... una Nada bicéfala sonrió con una mueca omnisciente en el vacío.
Ante esto vi que mi tierra no tenía más sustancia que el aire abajo, o el superior, y corrí a sumergirme en la profunda cala ... mis ojos y oídos oprimidos bajo el agua.
¿Y me ahogué, dejando mi cadáver en el fango?
Y aun así ... la cosa fue de esta manera.
Me arrastré adonde mi ventana, cálida, me hacía señas para que entrara ... entre el roble blanco y el tulipero, y llamé, pero fui negada como alguien que vuelve tras un siglo que parece una hora
... a una casa que ya no es la suya.

1 comentario:

  1. Dicen que tiene un nivel de inteligencia superior a lo normal; desde luego sus respuestas durante las entrevistas no tienen desperdicio.
    Creo que es ingeniosa, rápida, aguda y sobre todo desconcertante.
    Norma Jeane no está de acuerdo con mi valoración ...

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