viernes, 17 de noviembre de 2017

Sabiendo la causa de la causa

El ángel que en la tarde desciende del espíritu, y quema el suelo de la página, y mancha de orvallo los campos del invierno donde la hierba insiste en mantenerse ... tiene la vista cansada de infinito.
Lo cojo de la mano y oigo arrastrar sus alas detrás de mí, mientras avanzamos por el asfalto.
Es cierto que los ángeles no están hechos para andar ... y que sus pasos dibujan un vuelo desmañado con la duda ebria de un rumbo.
Mas lo siento en la silla de taberna; le pongo delante el amargo cáliz del aguardiente matinal ... y le veo engullir hasta el fondo las gotas de fuego del infierno, saboreando el sol que por un instante despunta entre las nubes que lo expulsaron ...

1 comentario:

  1. Era un ángel y desde luego, bajo mi punto de vista, caminaba como tal.
    Otro cantar es verla terrenalmente y todas sus neuras; lo siento Norma Jeane pero eres un desastre.

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