martes, 22 de septiembre de 2015

Le queda un dedo al día

Yo viajera he encontrado una serpiente en la mesa del Poeta.
Y, sin embargo, ignoro aún qué he visto ... aunque bien sepa que la palabra, recayendo otra vez sobre mí, ha de decirme a qué porción de tu secreto pertenezco.
Tal vez, mientras tu hablabas, yo pude adivinar aquella oscura complicidad de tu nombre con la luz, o tú mismo me hayas dado por abundancia de ti el sésamo desde tu rapidísima quietud.
Pero yo volveré.
Yo que he viajado ... volveré.
Y acaso vea entonces al Poeta en el lúcido ojo de la hipnótica serpiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario