viernes, 18 de abril de 2014

El tiempo ha respetado mis recuerdos

Repiteme .... ¿Por qué estamos aquí? ... sientate y charlemos ... susurremos como dos viejos amigos.
Después de pasar prolongadas y violentas emociones, después de hacer peregrinaciones a lejanos lugares, emprenderé una peregrinación largamente acariciada ... quiero volver a ver todo. El tiempo ha respetado el Templo de mis recuerdos.
Es medianoche, te escribo que te amo ... o al menos te lo quiero escribir, aunque quizá los carácteres no obedecen a mis deseos ... ¿No vendrás, quizá, para que te lo diga? ... ¿Tu corazón no te dice que estoy aquí?.
Te amo triste, alegre, vital, agobiado ... quisiera que mi amor aumentase tus placeres ... disminuyese tus pesares y ... los compartiese.
Creía que te había conocido demasiado tarde para ocupar un lugar en tu corazón ... ¡no dejemos escapar los instantes que nos conducen al placer! ... entregándome entera ... te concedo el derecho de penetrar hasta el fondo de mi corazón. El día que no piense en ti ... no seré quien hoy soy.
Necesito que me ames ... todas las pruebas de ello me son necesarias ... pero en ningún caso quiero obligarte ... busco a un guía, no a un servidor ... y entre los mil y un motivo de mi ternura hacia ti destaca la firmeza de tu carácter ... en la que me resulta dulce sostenerme. Presiento con toda claridad que, de ahora en adelante, ésta pasión va a ser la gran preocupación de mi vida.
La necesidad que tengo de verte me arrastra ... me domina ... me transporta.
Hay momentos durante mis largas noches solitarias ... en los que ... si fuera necesario asesinar con tal de verte ... me convertiría en asesina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario