sábado, 27 de julio de 2013

Toda entera

Aunque mis duras pestañas den a mi rostro moreno perversidades extrañas, bruja de mirar sereno ... me adoras, oh mi terrible pasión ... con la misma devoción que un fiel devoro a María.
De mi cabeza refringe olor a selva y desierto; tengo el misterio incierto del enigma y de la esfinge; huele mi carne de raso como incensario bendito, y ... encanto como el ocaso, ninfa de ardor infinito.
La pereza en que te vicio vale todas las delicias de los filtros descubiertos, y ... conozco las caricias que resucitan los muertos.
Mis flancos buscan amantes de tibio dorso y los senos; mis posturas suplicantes dejan los cojines llenos ... siniestramente gobierno las rachas de tu locura, y ... por no cansarme, alterno el beso y la mordedura.
Si mi agria risa importuna te hiere a veces, querido, sabe envolverte la herida mi dulce mirar de luna.
Bajo mi blanco escarpín y bajo mis pies en flor ... pongo tu dicha y mi amor, y tu principio y mi fin.

2 comentarios:

  1. Fiereza y dulzura, suave encanto y ardor, pereza desperezada por filtros y por caricias...Los contrarios son curados por el amor. Bello texto, María.
    Un abrazo.

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    1. Nuestro genial Quevedo ya definió el amor y sus contrarios en un verso que sabe a gloria.
      Gracias por la visita D. Carlos, siempre es un placer.

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