lunes, 15 de abril de 2013

Un cuento

Y llegarás de pronto, sorprendiendo mis sueños ... será de noche y leve brillarás en la sombra, se posará tu vuelo suavemente en la alfombra, y rozarás mis ojos con huesudas manos.
Llévame por los cielos a tu mundo sin dueños, y aunque no sepa entonces el nombre que te nombra ... tintinea en mi pecho ... sálvame ... desescombra mi incrédula existencia con tus limpios empeños.
Descúbreme el secreto del tiempo ... despereza dormidas ilusiones ... muéstrame en la otra orilla del sueño tus verdades ... construye mi universo.
Juntos venceremos a Garfio, y la belleza inundará la tierra. Sé tú mi Peter Pan, pues nace Campanilla mientras mueren estas líneas.

2 comentarios:

  1. No te olvides del polvo de estrellas para poder volar y de la necesidad de creer en las hadas para que éstas sigan vivas. ¡Feliz estancia en Neverland!
    Un abrazo.

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    1. La verdad es que siempre he sido muy cuentista y volar lo hago de maravilla.
      Sin embargo nunca está demás tener polvos de reserva hummmmmmm
      Besos D. Carlos.

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