El que fuera capaz de repetir
un día de verano
sé que iba a ser mayor que el propio día,
aun siendo el más pequeño de los hombres.
Podría ser de nuevo
el sol cuando se pone,
quiero decir su tan lento declive
y la mancha que forma.
Cuando el Oriente ya ha quedado atrás
y el Occidente viene a ser ahora
como un desconocido,
aún conserva su nombre.
En el cielo he inventado dos crepúsculos,
me gusta hacer la competencia al día;
he terminado dos y alguna estrella
en el tiempo en que él solo hacía uno.
Era más espacioso el suyo, pero,
tal como le conté a una amiga mía,
el mío es el más práctico,
porque cabe mejor en una mano.
... lo primero que hace al instalarse es pintar todo de blanco y traer su viejo y querido piano. Luego contrata a Lena Pepitone, una mujer enérgica que al convertirse poco después en su confidente, podrá contarnos con el paso de los años cómo era la Marilyn de 1957.
ResponderEliminarDe sus confidencias y del filo de sus memorias, surge una mujer triste, inocente y vulgar como su apartamento, que solo se transforma tras largas horas de maquillaje. La Marilyn casera poco tiene que ver con la imagen mítica de las revistas.