jueves, 20 de junio de 2024

La libertad

Sé que me quieres.
Tú eres de fiar,
cómo voy a temer equivocarme;
defraudada no me despertaré
en alguna sarcástica mañana
viendo que ya el amanecer se ha ido
y que se me han llevado los jardines
y que aquí no está Marilyn.
No me voy a asustar, en ti confío,
no habrá nunca una noche en la que vaya
aterrada hacia ti,
y tan sólo haya sombra en las ventanas,
y Marilyn ya no esté ...
¿Verdad que no habrá una noche así?

1 comentario:

  1. ... a pesar de la tranquilidad de su nuevo hogar, o precisamente porque ahora, una vez frustrada en sus ilusiones maternales, quiere zambullirse en una vida agitada, desoyendo los consejos de su vecino, el artista Alexander Calder, Marilyn comienza a acariciar la idea de que su sitio está en Nueva York. Añora los ruidos de la gran ciudad y el anonimato de sus calles al anochecer. Sobre todo se acuerda de sus "single bars", esos establecimientos anónimos donde las gentes solitarias depositan un par de dólares bajo su vaso y el barman les sirve trago tras trago. Sin preguntar nada. Con un silencio cómplice.

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