... aunque Gladys siempre había dicho que su marido había muerto trágicamente en la carretera antes de que ella concibiera a la niña, la realidad es que Mortensen le había dado su nombre -a regañadientes- y que nunca había dudado de su paternidad. Tras unos años de peregrinar con su oficio de vendedor ambulante por todas las polvorientas carreteras del país, se afincó como modesto empleado de una gasolinera en la Southern California Gas Company, donde trabajó hasta su jubilación en 1965.
... aunque Gladys siempre había dicho que su marido había muerto trágicamente en la carretera antes de que ella concibiera a la niña, la realidad es que Mortensen le había dado su nombre -a regañadientes- y que nunca había dudado de su paternidad. Tras unos años de peregrinar con su oficio de vendedor ambulante por todas las polvorientas carreteras del país, se afincó como modesto empleado de una gasolinera en la Southern California Gas Company, donde trabajó hasta su jubilación en 1965.
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