jueves, 13 de noviembre de 2014

Noche ...

Muchas veces en mis noches oigo los gritos del roce de tus manos, aunque ellas no sepan lo que dicen.
Siento el tartamudeo de tus brazos, que, de no hablar así ... no se hubieran colgado a mi cuello.
Eres como ese rocío que gotea y deja su  perfume en la oscuridad ... irrumpes en mi cuerpo como el oleaje y mi sexo se ahoga bajo la marejada de tu simiente.
Eres esas palabras que tropezaron en el temblor de mis labios.
Esa sombra de arrebatada pasión ... de tus ojos oscuros.
Te posas levemente sobre mi cuerpo y yo ... me precipito y quiero destrozarte y esparcirme ... en un vértigo de cuerpos que no saben donde comienzan y terminan.
Quiero que ardas en la hoguera de mis deseos ... que fluyas en todas las corrientes de mi cuerpo.
Quiero que reconozcas mi cuerpo, que nada te sea desconocido ... que navegues por mis arterias.
Quiero tus besos, tus caricias, tu pene, tu traspiración, tu risa, las palabras nunca dichas, los mas secretos anhelos ... que sea todo mío ... sin pertenecerme.
Mi día ha terminado al fin, y ahora, en mi noche ... vengo a decirte que he amado tu mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario