miércoles, 13 de febrero de 2013

Canto vespertino

Si he titubeado más o menos en mi gran tarea de felicidad ...
Si he jugado mis cartas durante toda mi vida y no he mostrado un glorioso rostro matinal ...
Si los rayos de felices ojos humanos no me han conmovido ...
Si los matinales cielos, los libros y mi alimento, y la lluvia del verano, sobre mi sombrio corazón se derramaron en vano ... dame tu fuerza para que despierte mi tosco espíritu.
O, si soy demasiado obstinada, elige y ... antes de que este espíritu muera, dame un dolor tan penetrante ... o una culpa tan atroz que reviva mi muerto corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario