jueves, 11 de enero de 2024

Poema a la muerte

Los poemas a la muerte son un engaño.
La muerte es la muerte.
Un viento suave sobre la nieve
licua muchas clases de sufrimiento.
Desecho el pincel.
De aquí en adelante le hablaré 
a la luna cara a cara.
Mi viejo cuerpo:
una gota de rocío que ha crecido
en la punta de una hoja.
Mi único deseo es vivir 
en la capital de la no-acción.
Abismos de frío, 
insondable rugido del océano.
Qué triste: las flores del cerezo
se vuelven nubes que
vienen a saludarme.
Un último pedo:
¿son éstas las hojas
de mi sueño, cayendo, vanidosas?
¿Una palabra de despedida?
La nieve que se derrite no huele.
Suya, atentamente.

1 comentario:

  1. ... cuando Marilyn pisa de nuevo tierra americana, la actriz comenta con amargura en relación con sus difíciles relaciones con Laurence Olivier: "Yo creo que me odiaba. Me lanzaba miradas siniestras, incluso cuando sonreía. Yo estaba enferma la mayor parte del tiempo, pero él no me creía o no le preocupaba. El espectáculo debía continuar y todo eso. Yo lo intenté. De veras". Detrás suyo Arthur Miller sentía cada vez mayor y más pesado el fardo de la gloria.

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