Al lado de las caras los retratos son igual que una tarde de poniente al lado del fulgor pedantesco del sol envuelto en raso.
¡Al fin reconocidos!
Al fin igual que lámparas ardiendo junto a ti, el resto de la vida para ver.
Atrás queda la noche y el lucero del alba.
La aurora queda atrás.
¡Cuántas leguas de andar en el camino de nuestros pies al día!
Oh, nigromante bueno.
Oh, mago sapientísimo.
Enséñame a lograr transmitir el dolor ante el que nada pueden cirujanos
... ni existe hierba alguna en la llanura que lo pueda curar.
¡Al fin reconocidos!
Al fin igual que lámparas ardiendo junto a ti, el resto de la vida para ver.
Atrás queda la noche y el lucero del alba.
La aurora queda atrás.
¡Cuántas leguas de andar en el camino de nuestros pies al día!
Oh, nigromante bueno.
Oh, mago sapientísimo.
Enséñame a lograr transmitir el dolor ante el que nada pueden cirujanos
... ni existe hierba alguna en la llanura que lo pueda curar.