Las emociones tienen lugares donde se sienten fuera de peligro y guardan las cosas que más aprecian.
Cuevas: En estas cavidades subterráneas algunas emociones se refugian del exterior. Allí buscan la obscuridad para crecer; se encuentran cómodas alejadas de la luz.
Agujeros: Estas guaridas son pasajeras, ya que se aprovechan para salir de un apuro.
Umbral: Sitio principal donde empieza cualquier cosa. En él permanecen algunas emociones hasta ser perceptibles.
Tejidos: Entre hilos se esconden las emociones para anudar lo que parece alejado. Se enredan y desenredan en los cordones del mundo.
Alas: Órgano par de hueso, carne y plumas que utilizan algunos animales para volar. Medio de transporte preferido de las emociones más elevadas.
Estrellas: A pesar de que las estrellas también se mueren, muchas emociones encuentran ahí un brillo de inmortalidad. Les gusta tumbarse en sus puntas y comer la hierba que allí crece cargada de energía. Desde estos cuerpos celestes creen que guían el destino de los hombres.
Arrugas: Quizá sean las guaridas que más conocen las emociones. Les gusta el calor de la piel y también su olor. Allí encuentran magníficos refugios y, entre sus pliegues, esconden secretos y cosas de valor. Por eso no entienden por qué los adultos borran los dibujos que tanto les ha costado hacer.
Cuevas: En estas cavidades subterráneas algunas emociones se refugian del exterior. Allí buscan la obscuridad para crecer; se encuentran cómodas alejadas de la luz.
Agujeros: Estas guaridas son pasajeras, ya que se aprovechan para salir de un apuro.
Umbral: Sitio principal donde empieza cualquier cosa. En él permanecen algunas emociones hasta ser perceptibles.
Tejidos: Entre hilos se esconden las emociones para anudar lo que parece alejado. Se enredan y desenredan en los cordones del mundo.
Alas: Órgano par de hueso, carne y plumas que utilizan algunos animales para volar. Medio de transporte preferido de las emociones más elevadas.
Estrellas: A pesar de que las estrellas también se mueren, muchas emociones encuentran ahí un brillo de inmortalidad. Les gusta tumbarse en sus puntas y comer la hierba que allí crece cargada de energía. Desde estos cuerpos celestes creen que guían el destino de los hombres.
Arrugas: Quizá sean las guaridas que más conocen las emociones. Les gusta el calor de la piel y también su olor. Allí encuentran magníficos refugios y, entre sus pliegues, esconden secretos y cosas de valor. Por eso no entienden por qué los adultos borran los dibujos que tanto les ha costado hacer.
El año 1962 fue el final de un cuento. Uno de sus momentos estelares ocurrió en Nueva York durante una fiesta privada en el apartamento de un famoso poeta; fue el delirio y otro de sus momentos denigrantes. Norma, Norma ...
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