A veces no hay nada, absolutamente nada, que hacer sino observar
y esperar
y dejar que el reloj que divide nuestros días nos suelte hasta que la mente sea capaz...
de confiar en la tormenta
de soportar nuestro peso de carne y hueso
de hacerse cargo de respirar el ritmo de la sangre
un ritmo sostenido entre dos respiraciones
un llanto de recién nacido
un último resuello ...
y esperar
y dejar que el reloj que divide nuestros días nos suelte hasta que la mente sea capaz...
de confiar en la tormenta
de soportar nuestro peso de carne y hueso
de hacerse cargo de respirar el ritmo de la sangre
un ritmo sostenido entre dos respiraciones
un llanto de recién nacido
un último resuello ...
No solemos prestar atención a las señales y ............................. son tan importantes Night
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