Quitadme, si queréis, todo lo mío,
pero dejadme el éxtasis;
aun así seré más rica que el prójimo,
me pone mala ser tan opulenta
cuando veo a mi puerta a los más ricos
que se mueren de hambre.
Alguien organizó el gran espectáculo
al que van sin sacar ninguna entrada
los pueblos y los días.
Allí está tras la puerta mas banal
que todos pueden ver
el esplendor de días de verano.
De la gloria no queda ni un destello,
sólo su Casa Eterna;
emplead asteriscos para muertos,
que los vivos ya tienen las estrellas.
... se trata de Hans Jörgen Lembourn, que vive de forma sencilla en un hotel de paso humilde y malfamado, donde el encargado ve con malos ojos las llegadas intempestivas de la rubia cargada con una bolsa marrón por la que asoman un par de botellas. Juntos visitan la mansión de unos amigos de la actriz, donde se está celebrando una fiesta digna de Gatsby y acaban bañándose en la playa de madrugada. "Ámame mucho y tiernamente", le dice ella la primera noche.
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