No vayas a acercarte demasiado donde habitan las rosas; la brisa que devasta o el rocío que inunda hacen tambalearse sus paredes.
No hay que querer atar la mariposa, ni trepar por la verja de los éxtasis: permanecer en la inseguridad es una condición de la Alegría.
Es igual que un minúsculo veneno y dicha para todos los vivientes, tan común y también desconocido ... el Amor es su nombre.
No tenerlo es dolor ...
Poseerlo es herida ...
salvo en el Paraíso, en ningún sitio se podría encontrar su equivalente.
¡Qué duros los amables, qué crueles pueden ser los bondadosos!
Dios anuncia las bodas del Cordero ...
para amansar al viento.
No hay que querer atar la mariposa, ni trepar por la verja de los éxtasis: permanecer en la inseguridad es una condición de la Alegría.
Es igual que un minúsculo veneno y dicha para todos los vivientes, tan común y también desconocido ... el Amor es su nombre.
No tenerlo es dolor ...
Poseerlo es herida ...
salvo en el Paraíso, en ningún sitio se podría encontrar su equivalente.
¡Qué duros los amables, qué crueles pueden ser los bondadosos!
Dios anuncia las bodas del Cordero ...
para amansar al viento.
... su necesidad de subsistir cada día y de ir trepando en su carrera, le hace además ser avara con sus pocas pertenencias.
ResponderEliminarSu ex marido Jim Dougherty recuerda así la última vez que habló con ella: "Mi familia iba a dar una fiesta en año nuevo y necesitábamos un tocadiscos. Yo le había dado todo a mi mujer y recordé el fonógrafo. Fui a su apartamento, y cuando abrió la puerta la llamé Norma Jeane, me dijo que se había cambiado el nombre por Marilyn Monroe, el apellido Monroe de su abuelo. Le pedí prestado el tocadiscos y me respondió que no, que lo necesitaba para sus lecciones de baile ..."